Y es que tú.

Y es que me gustas más que mi canción favorita, esa que está cansada de tanto tararearla y cantarla a berridos.
Incluso, tal y como decía otra, you fit me better than my favourite sweater, (ese que muero por que me quites y que me sientas mejor que antes).
Te amo mucho más que un plato de pasta en los días italianos, meriendas parisinas de croissant, y hummus en nustras noches griegas, puede que incluso más que todos los países que algún día veré contigo.
Eres mejor que una película por la noche, cuando no hay luz y has sido capaz de crear tu cine propio, donde solamente estamos tú y yo, y nadie puede quejarse de que nos perdamos la película en otras cosas.
Superas a todos los conocimientos básicos y adquiridos, ya que creo que me interesa mucho más cada palabra de tu boca que declinaciones y órdenes griegos que puedan enseñarme.
Y como no, eres mucho mejor que las palomitas del cine, esas tan saladas que es un placer y un pecado no probar el toque de sal que te dejan en tus dedos. Además, por ti no tengo que preocuparme de que te me gastes a mitad.
Eres mucho mejor que olor a libro nuevo y final feliz del protagonista favorito (que ya me encargaré que algún día uno de ellos seas tú).
Hasta, y no me llames exagerada, tus besos saben mucho mejor que ese intento de copia de golosina, ya que los más dulces y mejor sabor de boca te dejan son los tuyos.

Y es que no hay nada mejor, aunque se intente, que tú, pienses lo que pienses, digas lo que digas, me beses lo que me beses.