viernes, 21 de noviembre de 2014

Caput.

Quizá sea verdad y todo esto haya terminado. Adiós, voilà, finito, caput.

Quizá sea verdad que después de todos estos años se me haya terminado lo poco que tengo dentro y que ahora, por mucho que lo intente ya no pueda más.

Quizá ya esté seca. Seca del todo. Marchita. Destintada. Acabada. Puede que esta mala malva haya decidido salir de su agujero negro y especial, para meterse en otro peor, uno que no me deja crecer.

Quizá todo lo que haga sea tontería y por mucho que suplique un poco de piedad solo consiga ver que haya llegado el final, una muerte angustiosa a manos de alguna musa que me ha estado matando tan poco a poco que aún noto cómo me desangro por dentro.

Que todos los consejos no han servido para nada, solamente al igual que un coma me han alargado la mala vida que tenía. La que iba enganchada a tubos y algo de esperanza al mirar una hoja en blanco y pensar que ese era mi escenario.

Creo que la niña de las letras se ha hecho grande, y se dejó el "de las" atrás. Tan atrás que no lo alcanza.

Quizá en mi último quizás debo decir que todo esto era de esperar ¿Quién quiere escribir hasta partirse una mano por el placer de llorar letras, subordinadas, palabrotas y una sensación de explotar venas?

Nadie. Nadie menos yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario